Ansiedad en niños y adolescentes
Una guía para padres sobre cómo controlar los síntomas
¿Alguna vez ha sentido un aumento repentino de ansiedad y miedo abrumadores? Explore esta guía de los ataques de pánico que incluye información sobre los síntomas y el tratamiento, así como consejos de autoayuda.
Un ataque de pánico es una fuerte oleada de miedo caracterizada por su naturaleza repentina y una intensidad debilitante y paralizante. Su corazón palpita, no puede respirar y es posible que sienta que está muriendo o volviéndose loco. Los ataques de pánico suelen aparecer de la nada, sin previo aviso y, a veces, sin un desencadenante claro. Incluso pueden ocurrir cuando está relajado o dormido.
Un ataque de pánico puede ocurrir una sola vez, aunque muchas personas experimentan varios episodios. Los ataques de pánico recurrentes generalmente son desencadenados por una situación específica, como cruzar un puente o hablar en público, en especial si la situación ha provocado un ataque de pánico antes. Usualmente, la situación que induce pánico es una en la que se siente en peligro e incapaz de huir, lo que activa la respuesta de lucha o huida del cuerpo.
Es posible que tenga uno o más ataques de pánico y, por lo demás, esté perfectamente sano y feliz. O es posible que sus ataques de pánico ocurran como parte de otro trastorno, como el trastorno de pánico, la fobia social o la depresión. Sin importar cuál sea la causa, los ataques de pánico se pueden tratar. Hay estrategias que puede usar para reducir o eliminar los síntomas de pánico, recuperar su confianza y el control de su vida.
Paula tuvo su primer ataque de pánico hace seis meses. Estaba en su oficina preparándose para una presentación de trabajo importante cuando, de repente, sintió una oleada intensa de miedo. La habitación empezó a dar vueltas y sintió que iba a vomitar. Todo su cuerpo estaba temblando, no podía recuperar el aliento y parecía que su corazón se le salía del pecho. Se agarró de su escritorio hasta que el episodio terminó, pero este la dejó muy alterada.
Paula tuvo su siguiente ataque de pánico tres semanas después y, desde entonces, han estado ocurriendo con más frecuencia. Nunca sabe dónde o cuándo tendrá un ataque, pero tiene miedo de tener uno en público. Por eso, se ha estado quedado en casa después del trabajo en lugar de salir con sus amigos. También se niega a tomar el elevador a su oficina en el piso 12 por miedo a quedarse atrapada si tiene un ataque de pánico.
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Realice la evaluación HelpGuide es un apoyo para el usuario. Ganamos una comisión si se registra en los servicios de BetterHelp después de hacer clic en este sitio. Obtenga más informaciónLas señales y los síntomas de un ataque de pánico se desarrollan de forma abrupta y, por lo regular, alcanzan el punto máximo en 10 minutos. Rara vez duran más de una hora, la mayoría terminan en un plazo de 20 o 30 minutos. Los ataques de pánico pueden ocurrir donde sea y a la hora que sea. Puede tener uno mientras está comprando en la tienda, caminando por la calle, manejando o incluso sentado en el sillón de casa.
Los síntomas de los ataques de pánico incluyen:
La mayoría de los síntomas de un ataque de pánico son físicos y muchas veces son tan graves que puede pensar que está teniendo un infarto. De hecho, muchas personas que sufren de ataques de pánico acuden repetidamente al médico o a la sala de urgencias para recibir tratamiento para lo que creen que es un problema médico potencialmente mortal. Si bien es importante descartar posibles causas médicas de síntomas como el dolor de pecho, la frecuencia cardiaca elevada o la dificultad para respirar, frecuentemente es el pánico el que se pasa por alto como posible causa, y no al revés.
Aunque algunas personas experimentan uno o dos ataques de pánico sin tener más episodios ni complicaciones, y no hay razón para preocuparse si este es su caso, otras personas desarrollan un trastorno de pánico. El trastorno de pánico se caracteriza por tener ataques de pánico repetitivos, junto con grandes cambios en la conducta o ansiedad persistente por tener más ataques.
Es posible que esté sufriendo de trastorno de pánico si usted:
Si bien un ataque de pánico puede durar solo unos pocos minutos, los efectos de la experiencia pueden dejar una huella duradera. Si tiene un trastorno de pánico, los ataques de pánico recurrentes tienen un impacto emocional. El recuerdo del miedo y el terror intensos que sintió durante los ataques puede tener un impacto negativo en su autoconfianza e interferir seriamente con su vida diaria. Con el tiempo, esto provoca los siguientes síntomas del trastorno de pánico:
Ansiedad anticipada: en lugar de sentirse relajado y como es normalmente cuando no tiene ataques de pánico, se siente ansioso y tenso. Esta ansiedad nace del miedo a tener más ataques de pánico. Este “miedo al miedo” está presente la mayoría del tiempo y puede ser extremadamente incapacitante.
Evitación fóbica: empieza a evitar ciertos ambientes o situaciones. Esta evitación puede basarse en la creencia de que la situación que está evitando provocó un ataque de pánico en el pasado. O puede evitar los lugares de donde sea difícil huir o no sea posible pedir ayuda en caso de tener un ataque de pánico. Llevada al extremo, la evitación fóbica se convierte en agorafobia.
Tradicionalmente se consideraba que la agorafobia era el miedo a los lugares públicos y los espacios abiertos. Sin embargo, ahora se cree que se desarrolla como una complicación de los ataques de pánico y del trastorno de pánico. Aunque se puede presentar en cualquier momento, la agorafobia usualmente aparece después de un año de sus primeros ataques de pánico recurrentes.
Si es agorafóbico, tiene miedo de tener un ataque de pánico en una situación en las que huir sería difícil o vergonzoso. Es posible que también tenga miedo de tener un ataque de pánico en un lugar donde no podría recibir ayuda. Debido a estos miedos, empieza a evitar más y más situaciones.
Por ejemplo, puede empezar a evitar:
Aunque las causas exactas de los ataques de pánico y del trastorno de pánico son poco claras, la tendencia a padecerlos es hereditaria. También parece haber una conexión con los cambios importantes en la vida, como graduarse de la universidad y entrar a trabajar, casarse o tener un bebé. El estrés grave, como el que se vive por la muerte de un ser querido, un divorcio o la pérdida del trabajo también puede provocar ataques de pánico.
Los ataques de pánico también pueden ser ocasionados por afecciones médicas y otras causas físicas. Si está sufriendo de síntomas de pánico, es importante ver a un médico que descarte las siguientes posibilidades:
Sin importar qué tan impotente o fuera de control se sienta sobre sus ataques de pánico, es importante saber que hay muchas cosas que puede hacer para ayudarse. Las siguientes técnicas de autoayuda pueden marcar una gran diferencia respecto a ayudarle a superar el pánico:
Obtenga información sobre el pánico y la ansiedad. El solo hecho de conocer más sobre el pánico puede ayudar mucho a aliviar su angustia. Lea sobre la ansiedad, el trastorno de pánico y la respuesta de lucha o huida durante un ataque de pánico. Se dará cuenta de que las sensaciones y los sentimientos que tiene cuando entra en pánico son normales y que no se está volviendo loco.
Evite la nicotina, el alcohol y la cafeína. Todas estas sustancias le pueden provocar ataques de pánico a las personas susceptibles. Si necesita ayuda para dejar el hábito del cigarro, consulte Cómo dejar de fumar. También tenga cuidado con los medicamentos que contienen estimulantes, como las pastillas para bajar de peso y los medicamentos para resfriados que no provocan sueño.
Aprenda a controlar su respiración. La hiperventilación provoca muchas sensaciones (como aturdimiento y opresión en el pecho), que se producen durante un ataque de pánico. La respiración profunda, por otro lado, puede aliviar los síntomas del pánico. Al aprender a controlar su respiración, usted puede calmarse cuando empiece a sentir ansiedad. Y si sabe controlar su respiración, es menos probable que experimente las sensaciones que teme.
Practique técnicas de relajación. Cuando se practican regularmente, las actividades como el yoga, la meditación y la relajación muscular progresiva fortalecen la respuesta de relajación del cuerpo, lo contrario a la respuesta de estrés implicada en la ansiedad y el pánico. Y estas prácticas de relajación no solo promueven la relajación, sino que aumentan los sentimientos de alegría y serenidad.
Conecte cara a cara con familiares y amigos. Los síntomas de la ansiedad pueden empeorar si se siente aislado, acuda regularmente a las personas que se preocupan por usted. Si siente que no tiene a nadie a quien acudir, explore formas de conocer nuevas personas y construya amistades comprensivas.
Haga ejercicio con regularidad. El ejercicio alivia la ansiedad de manera natural, así que intente hacer al menos 30 minutos de actividad física casi todos los días (también puede hacer tres sesiones de 10 minutos). El ejercicio aeróbico rítmico que requiere del movimiento de los brazos y las piernas, como caminar, correr, nadar o bailar, puede ser especialmente efectivo.
Duerma y descanse lo suficiente. Dormir poco o dormir mal puede empeorar la ansiedad, así que intente dormir y descansar de siete a nueve horas cada noche. Si dormir bien representa un problema para usted, estos consejos para dormir bien pueden ayudarle.
La forma más efectiva de tratamiento profesional para atender los ataques de pánico, el trastorno de pánico y la agorafobia es la terapia. Incluso un tratamiento breve le puede ayudar.
La terapia cognitiva conductual se enfoca en los patrones de pensamiento y las conductas que mantienen o desencadenan sus ataques de pánico y le ayuda a ver sus miedos desde una perspectiva más realista. Por ejemplo, si tuviera un ataque de pánico mientras estuviera manejando, ¿qué es lo peor que podría ocurrirle realmente? Si bien es posible que tuviera que estacionarse a un lado del camino, no es probable que choque o le dé un infarto. Una vez que se da cuenta de que nada terrible va a suceder, la experiencia del pánico se vuelve menos aterradora.
[Lea: Terapia en línea: ¿Es adecuada para usted?]
La terapia de exposición para el trastorno de pánico le permite experimentar las sensaciones físicas del pánico en un ambiente seguro y controlado, brindándole la oportunidad de aprender formas más saludables de afrontamiento. Es posible que le pidan que hiperventile, que sacuda su cabeza de lado a lado o que aguante la respiración. Estos ejercicios provocan sensaciones similares a los síntomas del pánico. Con cada exposición, les pierde el miedo a estas sensaciones corporales internas y siente estar más control de su pánico.
La terapia de exposición para el trastorno de pánico con agorafobia, que también se incluye en el tratamiento, implica la exposición a las situaciones que teme y evita. Al igual que con la terapia de exposición para fobias específicas, usted confronta la situación que teme hasta que el pánico empieza a desaparecer. Por medio de esta experiencia, aprende que la situación no es peligrosa y que usted tiene el control de sus emociones.
Se pueden usar medicamentos temporalmente para controlar o reducir algunos de los síntomas del trastorno de pánico. Sin embargo, los medicamentos no tratan ni resuelven el problema. Los medicamentos pueden ser útiles en casos graves, pero no debe de ser el único tratamiento que se busque. Los medicamentos son más efectivos cuando se combinan con otros tratamientos, como la terapia y los cambios en el estilo de vida, que abordan las causas raíz del pánico.
Los medicamentos utilizados pueden incluir:
Antidepresivos. Pueden pasar muchas semanas antes de que los antidepresivos empiecen a hacer efecto, así que tiene que tomarlos continuamente, no solo durante un ataque de pánico.
Benzodiacepinas. Estos son ansiolíticos que actúan muy rápido (usualmente en 30 minutos o una hora). Tomarlos durante un ataque de pánico brinda un alivio rápido de los síntomas. Sin embargo, las benzodiacepinas son altamente adictivas y tienen síntomas de abstinencia muy graves, por lo que deben usarse con precaución.
Ver a un amigo o a un ser querido sufrir un ataque de pánico puede ser aterrador. Su respiración puede volverse inusualmente rápida y entrecortada, puede marearse o aturdirse, temblar, sudar, sentir náuseas o pensar que le está dando un infarto. Sin importar qué tan irracional piense que sea su respuesta de pánico a una situación, es importante recordar que el peligro se siente muy real para su ser querido. Simplemente decirle que se calme o minimizar su miedo no ayuda. Pero al acompañar a su ser querido a atravesar un ataque de pánico, puede ayudarle a sentirse menos asustado de futuros ataques.
Mantenga la calma. Estar calmado, ser comprensivo y no juzgar ayudarán a que el pánico de su ser querido disminuya más rápido.
Ayude a su ser querido a enfocarse en su respiración. Encuentre un lugar tranquilo para que la persona se siente y guíela para que respire lenta y profundamente durante unos minutos.
Haga algo físico. Juntos, suban y bajen los brazos o golpeen los pies contra el suelo. Puede ayudar a quemar un poco del estrés de su ser querido.
Ayude a su amigo a salir de su cabeza pidiéndole que nombre cinco cosas que se encuentren alrededor de él o ella o hablando suavemente sobre un interés en común.
Anime a su ser querido a buscar a ayuda. Cuando termine el ataque de pánico, es posible que su ser querido se sienta avergonzado por haber tenido un ataque frente a usted. Reconfórtele y anímele a buscar ayuda para su ansiedad.
Línea de asistencia de NAMI: voluntarios capacitados para proporcionar información, referencias y apoyo a las personas con trastornos de ansiedad en EE. UU. Llame al 1-800-950-6264. (Alianza Nacional Sobre Enfermedades Mentales).
Encuentre un terapeuta: busque proveedores para el tratamiento de trastorno de ansiedad en EE. UU. (Asociación Estadounidense de Trastornos de Ansiedad).
Grupos de apoyo: lista de los grupos de apoyo en EE. UU. Canadá, Australia y Sudáfrica. (Asociación de Ansiedad y Depresión de América).
Anxiety UK: información, apoyo y una línea de asistencia especial para las personas con ansiedad del Reino Unido y sus familias. Llame al 03444 775 774. (Anxiety UK).
Anxiety Canada: proporciona enlaces a los servicios en las diferentes provincias de Canadá. (Asociación Canadiense de Trastornos de Ansiedad).
Centro de ayuda de SANE: proporciona información sobre síntomas, tratamientos, medicamentos y lugares de apoyo en Australia. Llame al 1800 18 7263. (SANE Australia).
Línea de ayuda (India): proporciona información y apoyo a las personas con problemas de salud mental en India. Llame al 1860 2662 345 o al 1800 2333 330. (Fundación Vandrevala).
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