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¿Tiene usted o un ser querido un problema con el juego? Explore los signos y síntomas de alerta y aprenda cómo detenerse.
Los problemas con el juego le pueden suceder a cualquier persona de cualquier condición social. El juego pasa de ser algo divertido e inofensivo a una obsesión malsana con serias consecuencias. Ya sea que apueste en deportes, rasca y gana, ruleta, póquer o tragamonedas, en un casino, en el hipódromo o en Internet, un problema de juego puede afectar sus relaciones, interferir en el trabajo y llevarle al desastre económico. Puede llegar a hacer cosas que nunca pensó que haría, como acumular deudas enormes o incluso robar dinero para jugar.
La adicción al juego, también conocida como ludopatía, ludopatía compulsiva o trastorno del juego, es un trastorno del control de los impulsos. Si usted es un jugador compulsivo, no puede controlar el impulso de jugar, incluso cuando tiene consecuencias negativas para usted o sus seres queridos. Usted jugará tanto si está arriba como si está abajo, arruinado o con dinero y seguirá jugando sin importarle las consecuencias, incluso cuando sepa que las probabilidades están en su contra o que no puede permitirse perder.
Desde luego, también puede tener un problema de juego sin estar totalmente fuera de control. Un problema de juego es cualquier comportamiento en el juego que afecte su vida. Si está preocupado por el juego, le dedica cada vez más tiempo y dinero, persigue las pérdidas o juega a pesar de las graves consecuencias en su vida, tiene un problema con el juego.
La adicción o el problema con el juego suelen asociarse con otros trastornos del comportamiento o del estado de ánimo. Muchos jugadores problemáticos también sufren problemas de abuso de sustancias, TDAH no controlado, estrés, depresión, ansiedad o trastorno bipolar. Para superar sus problemas con el juego, también tendrá que abordar estas y otras causas subyacentes.
Aunque pueda sentirse impotente para dejar de jugar, hay muchas cosas que puede hacer para superar el problema, reparar sus relaciones y finanzas y, finalmente, recuperar el control de su vida.
El primer paso es separar los mitos de la realidad de los problemas de juego:
Mitos y realidades sobre los problemas de juego |
Mito: Hay que jugar todos los días para ser un jugador problemático. Realidad: Un jugador problemático puede jugar frecuentemente o con poca frecuencia. El juego es un problema si causa problemas. |
Mito: Los problemas del juego no son realmente un problema si el jugador puede costearlo. Realidad: Los problemas ocasionados por el exceso de juego no son únicamente económicos. Dedicar demasiado tiempo al juego también puede conducir a problemas legales, pérdida del empleo, problemas de salud mental, incluidos depresión y ansiedad, y hasta el suicidio. |
Mito: Tener problemas con el juego es solo cuestión de tener poca voluntad, ser irresponsable o poco inteligente. Realidad: Los problemas de juego afectan a personas de todos los niveles de inteligencia y procedencia. Las personas responsables y con mucha fuerza de voluntad tienen las mismas probabilidades de desarrollar un problema de juego que cualquier otra persona. |
Mito: Las parejas de los jugadores problemáticos suelen empujar a sus seres queridos a jugar. Realidad: Los jugadores problemáticos muchas veces buscan racionalizar su comportamiento. Culpar a los demás es una forma de evitar asumir la responsabilidad de sus actos, incluido lo necesario para superar el problema. |
Mito: Si un jugador problemático adquiere una deuda, hay que ayudarlo a saldarla. Realidad: Las soluciones rápidas pueden parecer lo correcto. Sin embargo, sacar al jugador problemático de sus deudas puede empeorar las cosas, al permitir que sus problemas con el juego continúen. |
A veces se hace referencia a la adicción al juego como una «enfermedad oculta» porque no hay signos o síntomas físicos evidentes, como con la adicción a las drogas o al alcohol. Los jugadores problemáticos también suelen negar o minimizar el problema, incluso ante sí mismos. Sin embargo, usted puede tener un problema de juego si:
Siente la necesidad de guardar secretos sobre el juego. Puede que juegue en secreto o mienta sobre cuánto juega, pensando que los demás no lo entenderán o que les sorprenderá con una gran victoria.
Tiene problemas para controlar el juego. Una vez que comienza a jugar, ¿puede dejarlo? ¿O se siente obligado a jugar hasta gastarse el último dólar, subiendo las apuestas en un intento de recuperar el dinero perdido?
Juega incluso cuando no tiene dinero. Puede que juegue hasta que se haya gastado el último dólar y, entonces, pase al dinero que no tiene: dinero para pagar facturas, tarjetas de crédito o cosas para sus hijos. Puede que se sienta presionado para pedir prestado, vender o incluso robar cosas para conseguir dinero para el juego.
Tiene a la familia y a los amigos preocupados por usted. La negación mantiene el avance del problema con el juego. Si sus amigos y familiares están preocupados, escúchelos con atención. Pedir ayuda no es una señal de debilidad. Muchos jugadores problemáticos mayores se muestran reacios a hablar con sus hijos adultos si se gastaron su herencia, pero nunca es demasiado tarde para hacer cambios y mejorar.
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Realice la evaluación HelpGuide es un apoyo para el usuario. Ganamos una comisión si se registra en los servicios de BetterHelp después de hacer clic en este sitio. Obtenga más informaciónEl paso más grande para superar una adicción al juego es darse cuenta de que tiene un problema. Hay que tener mucha fuerza y valor para reconocerlo, sobre todo si ha perdido mucho dinero y se han afectado o roto relaciones en el camino. No se desespere y no intente hacerlo solo. Muchas otras personas han estado en sus zapatos y han sido capaces de romper el hábito y rehacer sus vidas. Usted también puede hacerlo.
Aprenda a aliviar los sentimientos desagradables de formas más saludables. ¿Juega cuando se siente solo o aburrido? ¿O después de un día estresante en el trabajo o tras una discusión con su pareja? El juego puede ser una forma de calmar las emociones desagradables, relajarse o socializar. Pero hay formas más saludables y eficaces de controlar el estado de ánimo y aliviar el aburrimiento, como hacer ejercicio, pasar tiempo con amigos que no jueguen, dedicarse a nuevos pasatiempos o practicar técnicas de relajación.
Fortalezca su red de apoyo. Es difícil luchar contra cualquier adicción sin apoyo, así que acuda a sus amigos y familiares. Si su red de apoyo está limitada, siempre hay maneras de hacer nuevos amigos sin necesidad de ir a casinos o jugar por Internet. Intente ponerse en contacto con compañeros de trabajo, unirse a un equipo deportivo o a un club de lectura, inscribirse en una clase de educación o colaborar como voluntario por una buena causa.
Únase a un grupo de apoyo. Jugadores Anónimos, por ejemplo, es un programa de rehabilitación de 12 pasos que sigue el modelo de Alcohólicos Anónimos. Una parte fundamental del programa es encontrar un padrino, un ex jugador problemático que tenga experiencia en liberarse de la adicción, y que pueda proporcionarle una orientación y apoyo invaluables.
[Lea: Grupos de apoyo: tipos, beneficios y qué esperar]
Busque ayuda para los trastornos subyacentes del estado de ánimo. La depresión, el estrés, el abuso de sustancias o la ansiedad pueden desencadenar problemas de juego y empeorarlos con el juego compulsivo. Incluso cuando el juego deje de formar parte de su vida, estos problemas persistirán, por lo que es importante abordarlos.
Para muchos jugadores problemáticos, lo más difícil no es dejar de jugar, sino mantenerse en recuperación y comprometerse de forma permanente a no jugar. El Internet ha hecho que el juego sea mucho más accesible y, por lo tanto, más difícil de evitar para los adictos en recuperación. Los casinos y las casas de apuestas en línea están abiertos todo el día, todos los días, para cualquiera que tenga un teléfono inteligente o acceso a una computadora. Pero mantener la recuperación de la adicción al juego o del juego problemático sigue siendo posible si se rodea de personas de quienes es responsable, evita los entornos y sitios web tentadores, renuncia al control de sus finanzas (al menos al principio) y encuentra actividades más saludables para sustituir el juego en su vida.
Una de las maneras de dejar de jugar es retirar los elementos necesarios para que se dé el juego en su vida y sustituirlos con decisiones más saludables. Los cuatro elementos necesarios para que siga el juego son:
Una decisión: Para que el juego ocurra, necesita tomar la decisión de jugar. Si siente el impulso: deje de hacer lo que está haciendo y llame a alguien, piense en las consecuencias de sus acciones, dígase a sí mismo que deje de pensar en jugar y busque de inmediato algo más que hacer.
Dinero: El juego no puede llevarse a cabo sin dinero. Deshágase de sus tarjetas de crédito, deje que alguien más esté a cargo de su dinero, solicite que el banco realice sus pagos en automático, cierre sus cuentas de apuestas en línea y lleve únicamente una cantidad limitada en efectivo.
Tiempo: Incluso el juego en línea no puede llevarse a cabo si no tiene tiempo. Programe tiempo de recreación para sí mismo que no tenga nada que ver con el juego. Si juega en su teléfono inteligente, busque otras maneras de llenar los espacios tranquilos durante el día.
Un juego: Sin un juego o actividad para apostar, no hay oportunidad para el juego. No se exponga a ambientes tentadores. Informe a los establecimientos de juego que frecuenta que tiene problemas con el juego y pídales que le restrinjan la entrada. Elimine las aplicaciones de juego y bloquee los sitios de juego en su teléfono inteligente y en su computadora.
Mantener la recuperación de la adicción al juego depende mucho de encontrar comportamientos alternativos con los que pueda sustituir el juego. Algunos ejemplos incluyen:
Razón para jugar | Ejemplos de comportamientos alternativos |
Para que sienta emoción y obtenga una descarga de adrenalina | Deporte o un pasatiempo desafiante, como ciclismo de montaña, escalada en roca o carreras de Go Kart. |
Para volverse más sociable, superar la timidez o el aislamiento. | Terapia, inscríbase en un curso para hablar en público, únase a un grupo social, conecte con su familia y amigos, haga voluntariado, busque nuevas amistades. |
Para aliviar los sentimientos desagradables y no pensar en los problemas | Pruebe con terapia o utilice el kit gratuito de herramientas de inteligencia emocional de HelpGuide. |
Aburrimiento o soledad | Busque algo que le apasione, como el arte, la música, los deportes o libros y después, busque a otras personas con sus mismos intereses. |
Para relajarse después de un día estresante | Tan solo con 15 minutos al día, el ejercicio puede liberar el estrés, o pruebe la respiración profunda, meditación o un masaje. |
Para resolver problemas económicos | Las probabilidades siempre están en su contra, así que es mucho mejor buscar ayuda con las deudas mediante un asesor de crédito. |
Sentir el impulso por jugar es normal, pero, a medida que vaya acumulando decisiones más saludables y una red de apoyo más fuerte, resistir a la tentación se tornará más fácil. Cuando sienta el deseo de jugar:
Evite el aislamiento. Llame a un familiar de confianza, reúnase con un amigo para un café o vaya a una reunión de Jugadores Anónimos.
Posponga el juego. Dígase a sí mismo que esperará cinco minutos, quince minutos o una hora. Conforme espera, el deseo por jugar puede pasar o debilitarse lo suficiente para que pueda resistir.
Visualice qué sucederá si cede ante el impulso de jugar. Piense en cómo se sentirá después de que haya perdido todo su dinero y que se haya decepcionado a sí mismo y a su familia, de nuevo.
Distráigase con otra actividad, como ir al gimnasio, ver una película o practicar algún ejercicio de relajación, para evitar el deseo de jugar.
Si no es capaz de resistir al deseo de jugar, no sea tan duro consigo mismo ni lo ponga como pretexto para desistir. Superar la adicción al juego es un proceso duro. Es posible que de vez en cuando tenga una recaída, pero lo importante es aprender de sus errores y seguir trabajando hacia la recuperación.
Superar el problema del juego nunca es fácil y buscar un tratamiento profesional no significa que usted, de alguna manera, sea débil o no pueda manejar sus problemas. Sin embargo, es importante recordar que un jugador es único, por lo que necesita un programa de recuperación hecho especialmente a la medida de sus necesidades y situación. Hable con su médico o especialista en salud mental acerca de las diferentes opciones de tratamiento, incluidos:
Tratamiento hospitalario o residencial y programas de rehabilitación. Estos están dirigidos a aquellas personas con una adicción al juego severa, que son incapaces de evitar el juego sin un apoyo permanente.
Tratamiento de las afecciones subyacentes que contribuyen al juego compulsivo, como el abuso de sustancias o problemas de salud mental, como la depresión, la ansiedad, el TOC o el TDAH. Esto puede incluir terapia, medicamentos y cambios en el estilo de vida. En ocasiones, el problema del juego puede ser un síntoma del trastorno bipolar, por lo que su médico o terapeuta probablemente tenga que descartar esto antes de emitir un diagnóstico.
Terapia cognitivo-conductual. La terapia cognitivo-conductual (TCC) para la adicción al juego se enfoca en cambiar comportamientos y pensamientos poco saludables del juego, así como la racionalización y las falsas creencias. También puede enseñarle cómo combatir el impulso por jugar y resolver problemas económicos, de trabajo y de relaciones, ocasionados por un problema con el juego. La terapia puede proporcionarle herramientas para afrontar su adicción, las cuales durarán toda la vida.
Terapia familiar y orientación matrimonial, profesional y crediticia. Estos servicios pueden ayudarle a resolver los problemas específicos que surjan a causa de su problema con el juego y, a la vez, sientan las bases para reparar sus relaciones y su situación económica.
Si su ser querido tiene un problema con el juego, es probable que sienta emociones encontradas. Es posible que haya dedicado mucho tiempo y energía para intentar que su ser querido dejara de jugar o para cubrirlo. Al mismo tiempo, es posible que esté furioso con su ser querido por volver al juego y que esté cansado de intentar mantener la farsa. Puede que su ser querido haya pedido dinero prestado, o incluso lo haya robado, sin manera de poder regresarlo. Puede que haya vendido bienes familiares o que haya contraído deudas enormes con tarjetas de crédito conjuntas.
Aunque los jugadores compulsivos y problemáticos necesitan el apoyo de su familia y amigos para que les ayuden en su lucha por dejar de jugar, la decisión de dejarlo tiene que ser suya. Por mucho que queramos o por muy difícil que sea ver los efectos, no podemos hacer que alguien deje de jugar. Sin embargo, podemos animarlo a buscar ayuda, apoyarlo en su esfuerzo, protegerse a sí mismo y tomar cualquier plática de suicidio en serio.
Cuando se enfrentan a las consecuencias de sus actos, los jugadores problemáticos pueden llegar a sufrir una caída brutal en su autoestima. Esta es una razón por la que existe un alto índice de suicidios entre los jugadores compulsivos.
Si sospecha que su ser querido tiene tendencias suicidas, llame a la National Suicide Prevention Lifeline (Línea Nacional de Prevención del Suicidio) en EE. UU. al 1-800-273-8255 o visite Befrienders Workdwide para buscar una línea de ayuda contra el suicidio en su país.
La línea de ayuda del National Council on Problem Gambling ofrece una línea de ayuda confidencial las 24 horas del día para jugadores problemáticos o sus familiares al 1-800-522-4700.
Gamcare ofrece apoyo y una línea de ayuda al 0808 8020 133.
Gambling Help Online ofrece una línea de ayuda las 24 horas al 1800 858 858.
El Centre for Addiction and Mental Health (Centro para la Adicción y la Salud Mental) ofrece recursos y una línea de ayuda al 1-866-531-2600.
Jugadores Anónimos ofrece reuniones de apoyo de los 12 pasos para personas con un problema con el juego, mientras que JUG-ANON ofrece apoyo para la familia de los jugadores problemáticos.
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